Podría comenzar con … “Érase una vez en un lejano lugar un niño al que le gustaba cantar”, pero eran los 80, Santander no estaba tan lejos, y sí, me gustaba cantar, pero no fue hasta la comunión, que al fin pude alzar la voz.
Una vez convencida a la familia de mis dotes de cantarín, me apuntaron a una escolanía en donde aprendí, no solo a cantar si no a soñar de la mano de Turandot, Carmen, La Bohème, … y así crecí hasta mi 1,84cm.
Alentado por mi profesora de música, descubrí al fin mi pasión: la INTERPRETACIÓN.
Terminé magisterio, sentí que era el momento de retomar el sueño. Perdí el norte pero gané el sur, con su espontaneidad y su arte en la ESAD de Málaga y en la ESAD Murcia.
Con la carrera terminada, lleno de optimismo, energía e ilusión, era el momento de aprender y conocer. Trabajé en Londres y Paris, para más tarde dar el salto a China y Japón; como el mundo es grande y la vida es corta me fui cual Jack Sparrow a surcar los mares del Caribe y EEUU.
Con el bagaje que da la vida y la experiencia adquirida, volví a casa,
porque ahora es el momento de poner en práctica y mostrar lo vivido.
© ADRIÁN ALONSO
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